viernes, 15 de mayo de 2015

La Universidad

«Pero creo que el poder político se ejerce también por mediación de un determinado número de instituciones que aparentemente no tienen nada en común con el poder político, que aparecen como independientes cuando en realidad no lo son; esto se puede aplicar a la universidad y al conjunto del sistema escolar que en apariencia está hecho para distribuir el saber y en realidad para mantener el poder a una determinada clase social y excluir de los instrumentos de poder a cualquier otra clase social.» —Michel Foucault

La “Universidad”, en este orden de ideas, resulta como un gremio adoctrinador que usurpa el lugar de lo universal. Pero quizá el principal problema no sea ese gremio en sí sino quienes lo han puesto como el dueño de su educación propia.

La “Universidad”, como una especie de fábrica cuyos productos son a la vez clientes, depende de los estudiantes como "pacientes" que se pongan en manos de quienes dicen "saber" cómo "aliviar" su condición de no-educados. Además, el modo de vida del gremio de profesores depende de tener estudiantes, mientras que muchos estudiantes tan sólo están secuestrados por la idea de que el gremio de profesores es ineludible para su educación propia.

Por supuesto, sé que hay casos para los que no aplica mi diatriba; pero no hablo de ese conjunto —quizá diminuto— de casos sino de otro conjunto de casos en los cuales la “Universidad” tan sólo es el ensayo a menor escala de lo que después resulta en una grotesca simulación: analfabetismos que son tomados como si fuesen ilustración. Como evidencia apunto a la cantidad de casos, y su frecuencia, de personas que llegamos a una edad adulta cronológicamente pero con tal cantidad de creencias y meras opiniones que parece que la supuesta “educación universitaria” sólo sirvió para memorizar una doctrina en particular, pero no para aprender cómo pensar.

Estoy al tanto de algunas estrategias pedagógicas donde, hasta cierto punto, lo que denuncio sería parte del plan: una determinada cantidad de dogmatismo temporal debe ocurrir en las primeras etapas del recorrido de un aprendiz. Pero, los resultados de tal estrategia, por decir lo menos, son muy insatisfactorios pues a mi alrededor, a pesar de todos contar con grados universitarios e incluso posgrados, muy pocos solemos llegar a tiempo a las etapas crítica y creativa de tal tipo de estrategia. Tal estrategia no explica la situación pues está claro que ese tipo de pedagogías aplica sólo para periodos en la escala de meses, no de años. Por lo que aún no encuentro una explicación satisfactoria para el conjunto de casos que aludo, excepto la que apunta a la manera de hacer las cosas por parte del gremio que tiene secuestrada a la educación, y que dicen saber cómo encausar a esas personas que con frecuencia llegan a mi atención, que pretenden poseer conocimientos, pero que lo único que tienen son memorizaciones y nunca han siquiera escuchado de las prácticas más elementales de la epistemología.