sábado, 11 de junio de 2016

«género» y «sexo»

Ya son varios los escritores y estudiosos del idioma español que escucho decir que el uso de la palabra «género» para indicar el sexo de las personas es un uso incorrecto del idioma. Esos conocedores de la gramática castellana explican que la palabra «género» indica grupos distintos de palabras; por ejemplo, ‘libro’ está en el grupo (o género) masculino, mientras que ‘silla’ pertenece al género femenino. Pero, por otro lado, si se habla de la distinción entre hombres y mujeres entonces la palabra correcta es «sexo». La palabra castellana «género» es un término gramatical, o una categoría artística (en literatura, música, etc.), o un término taxonómico (grupo de especies), pero no tiene relación alguna con el sexo de las personas.

En la cultura anglo-sajona podrán usar la palabra inglesa «gender» para designar el sexo, pero eso cuenta para ellos. En español nos equivocamos al decir “igualdad de género” y “violencia de género”, pues lo correcto es decir “igualdad entre los sexos” y “violencia sexista” o “sexismo violento”.

domingo, 5 de junio de 2016

¿Qué es pensar de «manera científica»? — Parte II

Pregunta:

¿Cómo son posibles los juicios sintéticos a priori?

Esta pregunta tiene relación con mi breve nota de hace dos años: ¿Qué es pensar de «manera científica»?

He venido, poco a poco, intentando comprender lo que escribió Kant. El esquema de mi nota anterior ha cambiado conforme voy entendiendo mejor (creo) la clasificación de Kant sobre los juicios. La más reciente versión, a la fecha, de ese esquema es la que presento ahora.

Algo que estoy indagando es una distinción para entender mejor los hechos de la experiencia. La distinción es que los hechos pueden ocurrir en la experiencia externa y también en la interna. Es decir, hay hechos de la experiencia interna y hechos de la experiencia externa. Me parece que David Hume tiene algo que ver con esa distinción y esa distinción me parece prometedora para poder entender mejor lo que escribió Kant al respecto.

¿Se puede lograr alguna seguridad en la correspondencia entre mi experiencia interna y la externa?, pues no se tiene acceso a la experiencia interna de otros para verificarla.” En ese mismo tipo de preguntas ando yo también. Al parecer, no se requiere ninguna seguridad en la correspondencia entre experiencia interna y externa pues, aunque ambas son hechos de la experiencia, son de distinto tipo y no son comparables. También, es cierto, no es posible acceder a la experiencia interna de otros, pero eso no disminuye su calidad como hecho de la experiencia.

Un juicio sintético necesita el apoyo o la garantía de los hechos de la experiencia para predicar algo no contenido en el sujeto; en otras palabras, el origen del predicado son los hechos de la experiencia.

El origen —según Kant, no Hume como antes creía— de tales hechos de la experiencia no sólo es el objeto externo que impacta o determina nuestros sentidos, sino que tal origen también puede ser el sujeto mismo como observador del objeto. Eso que aporta el observador para determinar al objeto externo son hechos de la experiencia interna, y son generales y necesarios por ellos son posibles los juicios sintéticos a priori. Por ejemplo, «la suma de los ángulos interiores de un triángulo es una línea recta.»

Una referencia: La crítica de la razón pura, pt. 3/9

La aportación de Kant como solución a la enconada discordia entre el racionalismo y el empirismo es un hito en la historia de la filosofía occidental. Sin embargo, quizá fue demasiado lejos con la idea del noúmeno y su mundo donde sólo existen espectadores sin acceso a lo real: el noúmeno canceló la posibilidad de encontrar la fórmula de una realidad independiente de espectadores.

Por otro lado, las propuestas sobre el neo-realismo de autores como Markus Gabriel y Mauricio Ferraris son prometedoras para quizá lograr un siguiente hito en la historia de la filosofía occidental al encontrar una síntesis como solución a la discordia entre la metafísica antigua y el constructivismo fenoménico.