domingo, 31 de enero de 2021

«género» y «sexo», las palabras

En este hilo de comentarios ya he aclarado que mi intención de fondo es pensar sobre un mejor uso del español. Con un mejor uso quiero decir una mejor comunicación. Una comunicación efectiva con unas cuantas personas ya sea en el vecindario o en la profesión podría no ser suficiente para comunicarse igualmente bien con una audiencia mucho más amplia y diversa. Usar bien el español para comunicarse con habitantes de muchas culturas de habla hispana requiere poner atención a las palabras. El caso de las palabras «género» y «sexo» ha servido de ejemplo en este hilo de comentarios.

La palabra «género» de la norma culta del español refiere varias cosas, pero no refiere a la sexualidad de las personas. A mí me sorprende que algunos especialistas en sociología sean tan semi-analfabetos en el campo de la expresión culta en español. Puede ser que cultiven sus conocimientos en sociología, pero su expresión en español deja mucho por desear y ese tipo de semi-analfabetismo demerita mucho su divulgación científica en español.

Me parece muy bien que haya científicos sociales que estudien los problemas de los machismos, xenofobias, hembrismos, etc. Asimismo, me parece mejor si esos científicos divulgan sus hallazgos usando la norma culta del español.

Además, si al estudiar los problemas del machismo, xenofobias, hembrismos, encuentran que esos problemas se propagan de adultos hacia infantes por la repetición acrítica de nociones socioculturales vulgares (i.e., descuidadas), entonces al repetir el uso incorrecto de la palabra «género» para referir la sexualidad humana están precisamente participando en ese mismo tipo de repetición acrítica de nociones socioculturales vulgares (i.e., descuidadas).

Otro caso de uso de las palabras es la idea del así llamado “lenguaje inclusivo”, e.g., “Les niñes (sic)”: debo reconocer que esa no me parece una buena idea (porque desnaturaliza al lenguaje; es decir, le impone procesos no lingüísticos, sino sociopolíticos). Sin embargo, también reconozco que las comunidades humanas usan las palabras como les sirve para lograr comunicarse. Y lo han hecho sin pedir permiso a nadie y sin poner atención a las normas lingüísticas vigentes. Por eso existen diversidad de idiomas. Usar palabras para comunicar algo no es distorsionar el lenguaje, sino emplearlo.

Asimismo, hay muchos tipos de jerga y diversidad de dialectos usados sólo por unos pocos. Por ejemplo, algunas tribus de científicos en la física de partículas sólo se entienden entre ellos y nadie los acusa de distorsionar el lenguaje. Mientras se puedan comunicar entre ellos no veo ninguna distorsión del lenguaje.

Por otro lado, si algún miembro de esas tribus pretende comunicarse con una audiencia más amplia, por fuera de su tribu, entonces deberá aprender, por ejemplo, un idioma que pueda entenderse por muchas otras tribus en muchas otras geografías. Ese idioma, por ejemplo, es lo que prescribe la norma culta del español: un mínimo común denominador para comunicarse con muchas otras tribus hispanoparlantes. Por lo cual, aprender la norma culta del español es algo práctico para comunicarse con miembros de otras tribus de humanos hispanoparlantes.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario