domingo, 22 de diciembre de 2019

«género» y «sexo», de nuevo

La vez anterior mencioné una perspectiva por la que decir ‘género’ en lugar de ‘sexo’ es un equívoco. Tal equívoco consiste en tropezar con la aparente ambigüedad, por ejemplo, de la frase ‘el género femenino’. Pareciera que se habla del conjunto de mujeres o pareciera que se habla de la categoría gramatical de ciertas palabras del idioma español. Pero, si un pensar claro y una expresión lingüística clara requiere menor ambigüedad, y sobre todo al pensar y al expresar algo relevante, entonces debe quedar claro si se refiere a palabras o a personas pues no son lo mismo. Las palabras refieren a algo, las palabras no son ese algo.

Por supuesto, no es ninguna blasfemia equivocar ‘género’ por ‘sexo’. No hay injuria ni agravio alguno en contra de nadie por tal equivocación. Cualquier actitud policial o represora por faltas gramaticales en el uso cotidiano del lenguaje es una actitud torpe. Sin embargo, por otro lado, hacer expresiones lingüísticas de manera descuidada sobre un tema importante sí puede causar desencuentros entre personas. A veces, sí hay consecuencias por confundir la gimnasia con la magnesia. Cada uno es responsable de, primero, entender lo que se pretende decir y, segundo, cada uno debe ser dueño de cómo emplea sus propias palabras para expresar dicho entendimiento. El lenguaje per se no es el fin, sino un medio para pensar y para comunicar y discutir sobre temas importantes, e.g., la sexualidad humana. Entre mejor se entienda algo y entre mejor se conozca el lenguaje, mejor se podrá comunicar ese entendimiento. En ese sentido, conviene considerar la norma culta del español (ver Norma culta y el contexto sincrónico de una equivocación).

Así, algunas preguntas clave antes de hacer expresiones acríticas serían (1) ¿Entendemos cómo funciona el lenguaje? y (2) ¿Entendemos qué es la sexualidad humana? Por fortuna, podemos evaluar variedad de fuentes sobre esas preguntas y evaluar el nivel de autoría de cada una. Claro, muchos de nosotros no podemos hacer dicha evaluación en un nivel erudito, pero las habilidades superiores de lectura ayudan a evaluar, de manera cultivada, cualquier argumentación. El punto principal es el hábito personal para mejorar o cambiar nuestras propias opiniones sobre temas importantes.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario