lunes, 15 de marzo de 2021

¿Cómo atreverse a enseñar un pensar crítico?

«¿Cómo atreverse a enseñar un pensar crítico?»

Esa es una muy buena pregunta, de no fácil respuesta. Lo primero, para mí, sería enfatizar que esa tutela, además de provisional, es opcional: como dije, para los casos en que el infante intelectual la requiera. Es decir, no todos por fuerza deben aceptar tal tutela, algunos incluso no les haría ninguna falta pues pueden ya contar con hábitos autodidactas suficientes para hacerse cargo de su propia auto-reeducación cuando la decidan iniciar o reiniciar. Además, habría muchas opciones disponibles para que un infante –junto con sus custodios– elija quién o quiénes ejercerán tal tutela.

Segundo, quienes ejercen dicha tutela ya demuestran evidencia clara de que ellos mismos han experimentado ciclos recurrentes en su propia auto-reeducación. Demuestran con claridad que ellos mismos tienen rasgos de madurez intelectual y pueden enseñar con el ejemplo. Por mencionar un rasgo, el asunto de su auto-reeducación consiste en una serie activa de proyectos sin un punto final planeado; es decir, es un asunto personal y profesional que no declaran como ya terminado ni tienen contemplado llegar a semejante declaración. Este rasgo es parte de la evidencia por la cual se podría decir que ellos continúan en el proceso de aprender a pensar de manera crítica y, además, pueden compartir sus experiencias al respecto con otros. Por ejemplo, pueden compartir con otros sobre cómo ellos mismos están activamente trabajando en sí mismos para lograr los rasgos de una mente flexible.

Así, por mencionar resumidamente algunos puntos, se podría empezar a contestar la pregunta sobre cómo alguien aprende a pensar de manera crítica (aunque el pensar crítico tan sólo es una parte del pensamiento de orden superior; el cual también incluye el pensar creativo, el «pensar empático/Caring thinking-Matthew Lipman», etc.).

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