martes, 24 de mayo de 2016

La escuela y el resto de la vida

La habilidad para entender el mundo en que ahora vivimos depende de identificar regularidades o complejas relaciones entre diversos hechos en la sociedad. La relación entre la escuela y el resto de la vida es parte de esas regularidades: “No hay relación entre el éxito en la escuela y en la vida”.

¿No será que el gremio magisterial, como un tipo de secta social, tiene secuestrada a la educación dentro de una cárcel llamada escolarización? Tan enfocados están en conservar su esquema laboral y en “enseñar” a los demás que con frecuencia se olvidan del aprendizaje. La enseñanza es tan sólo un medio hacia lo que realmente importa: el aprendizaje entendido como cambio o mejora de la mentalidad propia.

Decía hace tiempo, en la nota Educarse, que los sistemas educativos institucionalizados se han convertido en un grave obstáculo para la educación de niños y adultos, al igual que las religiones institucionalizadas para el caso de la piedad. Los sistemas educativos institucionalizados, también, han sido una especie de intermediario entre la persona y el tema de estudio. La persona interesada en el tema de estudio ya no puede confiar su educación a los sistemas escolásticos institucionalizados, en su burocracia disfuncional actual. Las personas interesadas deben organizarse para abordar directamente el tema de estudio, sin intermediarios.

La idea de escuela parece estar en exceso ligada al dinero como el más importante medio para lograr una vida digna hoy en día. Un resultado de tal exceso se puede constatar en las miserias de la escolarización que menciono en la nota ¿Sociología de la educación?

Entonces, ¿la escolarización tiene relación directa con la cantidad de dinero que se puede recibir? Veo que así es en muchos lugares y ahí está una de las razones por las que siento un profundo desprecio y repudio al mercantilismo en que se han convertido los sistemas de escolarización. Por otro lado, educación es algo distinto a escolarización y no se mide por la cantidad de genuflexiones ante el Altísimo Señor Dios Todopoderoso Dinero. Educación tiene que ver más con el desarrollo como persona, con el desarrollo de la autoconciencia y con el desarrollo de nuestras facultades más básicas, como nuestra facultad para pensar, para crear, para solidarizarse con otros. Claro, el dividendo que se obtiene de la acción virtuosa es haberla pensado y hecho; nada más. Pero ese mercantilismo ciego y torpe ensalza sólo los dividendos financieros y desdeña todo aquello que no haga ostentación del brillo y del oropel del Dios Dinero.

Por otro lado, claro, no todos incurren en ese mercantilismo escolar ciego y torpe. Lo que importa para algunos es el talento; y los grados escolares significan muy poco o nada. Por ejemplo, la empresa Google no le da mucho peso a los grados escolares: referencia 1, referencia 2 y referencia 3.

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