sábado, 16 de marzo de 2019

Teorías y Prácticas

Si de caminar se trata, entonces la pierna izquierda no es lo mismo que la pierna derecha, pero lo que sí es lo mismo es la importancia de cada una, si de caminar se trata. Asimismo, el pensar y el actuar no son lo mismo. Lo que sí es lo mismo es la importancia de cada facultad, si de vivir se trata.

La aptitud para pensar es tan importante como la aptitud para actuar: la calidad de una afecta a la otra. Un pensar bien logrado tiene su formulación como teoría. Un actuar bien logrado culmina en práctica. La calidad teórica y la calidad práctica, ambas, tienen la misma importancia.

Calidad teórica y calidad práctica

Ahora, si se trata no sólo de vivir por vivir, sino de vivir mejor, entonces el asunto requiere evaluar ambas, tanto la calidad teórica como la calidad práctica. No toda teoría es igual; hay teorías mejores que otras. Igualmente, no toda práctica es igual; hay prácticas mejores que otras. Hay personas que viven mucho mejor que otras en determinado ámbito o en determinada combinación de ámbitos (la vida humana tiene muchos ámbitos; por ejemplo, el ámbito personal, sexual, emocional, sentimental, religioso, familiar, laboral, social, cultural, profesional, económico, político, geográfico, histórico, etc.).

Una práctica y una teoría, como objetos singulares, tienen propiedades que determinan su calidad. Algunas de esas propiedades se encuentran en ambos objetos; por ejemplo, su esquema. El esquema es aquello que delimita una determinada teoría o práctica; es el bastidor conceptual dentro del cual ocurre tal teoría o práctica, es aquello que configura sus límites, es su estructura. Así, la calidad de una práctica o una teoría, en parte, se debe a la calidad de su correspondiente esquema. El dicho «No se le puede pedir peras al olmo» se aplicaría al caso en que los efectos de una teoría o práctica son evaluados por fuera de su correspondiente esquema.

En ocasiones, mejorar la calidad de una práctica o de una teoría requiere muchas horas para ensayarla repetidamente hasta lograr un siguiente nivel en las destrezas involucradas; y dentro de los límites de su correspondiente esquema. En otras ocasiones, «no se le puede pedir peras al olmo»: la mejora no requiere repetir, sino reemplazar dicho esquema por uno más adecuado o más amplio.

La siguiente lista de guías —que refiere diferentes esquemas conceptuales— puede servir en la búsqueda de esquemas más adecuados o más amplios:

Guía para el desarrollo del pensamiento fáctico.

Guía para el desarrollo del pensamiento emocional.

Guía para el desarrollo del pensamiento crítico.

Guía para el desarrollo del pensamiento optimista.

Guía para el desarrollo del pensamiento creativo.

Guía para el desarrollo del pensamiento metacognitivo.

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